La naturaleza de las emociones: una perspectiva sociocultural
El rol crucial de las emociones en la sociedad moderna
Las emociones no son meras respuestas biológicas;
están profundamente entrelazadas con las estructuras sociales y culturales.
Oliva López Sánchez, en la obra colectiva "La pérdida del paraíso. Ellugar de las emociones en la sociedad mexicana entre los siglos XIX y XX",
nos ofrece una visión comprensiva sobre cómo las emociones han evolucionado y
su impacto en la vida social y cultural. Este análisis revela que las emociones
son esenciales para entender tanto los procesos individuales como
macrosociales.
De la marginación al reconocimiento cultural
Durante mucho tiempo, la modernidad ha sido
inseparable del triunfo de la razón, lo que llevó a la exclusión de las
emociones del campo de la racionalidad (López, 2011, p. 1). No fue hasta la
década de 1980 que se comenzaron a reconocer las implicaciones culturales de
las emociones, resignificándolas en su acepción simbólica y socialmente
construida (López, 2011, p. 3). Michelle Rosaldo, una antropóloga pionera en
este campo, afirmó que las emociones son "pensamientos encarnados",
ideas e ideologías hechas carne y cuerpo (López, 2011, p. 3).
Emociones y género: una construcción cultural
Históricamente, las emociones han sido asociadas con
la irracionalidad y lo femenino, mientras que la razón se ha vinculado con lo
masculino. Esta diferenciación no es biológica, sino una construcción cultural
que ha influido profundamente en las relaciones de género (López, 2011, p. 3).
La naturalización de las emociones en las mujeres y la razón en los hombres es
un reflejo de cómo las emociones se han utilizado para reforzar las estructuras
de poder existentes.
Función social y cultural de las emociones
Hoy en día, las emociones son reconocidas como
elementos socioculturales indispensables para entender tanto la subjetividad
como procesos macrosociales, como la geopolítica. Eva Illouz argumenta que las
emociones han reorganizado la vida social junto con el proyecto económico
capitalista (López, 2011, p. 5). Dominica Möis introduce el concepto de la
geopolítica de la emoción, destacando cómo el miedo, la humillación y la
esperanza juegan roles cruciales en el mundo globalizado (López, 2011, p. 5).
Control social a través de las emociones
A lo largo de la historia, el manejo de las emociones
ha sido una herramienta infalible para el control del comportamiento humano
(López, 2011, p. 5). El miedo, en particular, es una emoción universal
utilizada para ejercer control social en diversas culturas y épocas,
transformando su manifestación y los objetos asociados a él (López, 2011, p.
6).
Emociones como representaciones ideológicas
Las emociones, al igual que el sexo y el género, son
representaciones cargadas de significados sociales que han tenido una función
ideológica en las relaciones de poder (López, 2011, p. 7). El estudio de las
emociones desde una perspectiva moderada del construccionismo social permite
entender su función en la construcción de identidades genéricas y en la
regulación de comportamientos sociales.
El capital emocional y su valoración
El proceso civilizatorio implicó clasificaciones de
las emociones, distinguiendo entre las deseables y las indeseables (López,
2011, p. 9). Esta clasificación refleja una valoración similar a la diferencia
sexual, donde las emociones fueron asociadas con la parte más involucionada del
ser humano, de la misma manera que el sexo femenino fue considerado un punto
medio evolutivo.
La filosofía positivista y la binariedad Razón-Emoción
La filosofía positivista reforzó la dicotomía entre
razón y emoción, asociando a las mujeres con las emociones y lo caótico,
mientras que los hombres se asociaban con la razón y el orden (López, 2011, p.
10). Esta perspectiva ha influido en la forma en que las emociones y los
géneros se han conceptualizado en la modernidad.
Conclusión
Las emociones no solo son respuestas biológicas, sino
que están profundamente entrelazadas con las estructuras sociales y culturales.
Desde ser marginalizadas por la racionalidad moderna hasta ser reconocidas como
elementos esenciales en la vida social y cultural, las emociones han jugado un
papel crucial en la organización y reorientación de las estructuras sociales.
La investigadora Oliva López Sánchez destaca la importancia de entender las
emociones desde una perspectiva sociocultural, reconociendo su impacto en las
relaciones de género, el control social y la construcción de identidades.
Referencias
López Sánchez, O. (2011). La pérdida del paraíso. El
lugar de las emociones en la sociedad mexicana entre los siglos XIX y XX.
Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores de
Iztacala.
Para más información sobre el estudio de las emociones consultar https://renisce.com/
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